El Boletin Islamico Edicion Numero 7

MUJERES MUSULMANAS ENCUENTRAN LA LIBERACION EN EL TRAJE MODESTO Por Jennifer Halperin, Equipo del The Dispatch Por crecer en California, Norma Tarazi pasó los primeros años de su vida sumida en una cultura de minifaldas y pantalones cortos, donde muchos consideran que la belleza y la piel desnuda son metas dignas. Así que su conversión al Islam en su adultez – con el cual se adoptó el estilo de vestir conocido como hijab, cubriendo gran parte de su cuerpo y cabello – fue un gran cambio en su estilo de vida. El Corán llama a las mujeres y hombres Musulmanes a vestir modestamente en público. Aunque el Islam no especifica un estilo o forma de vestir, Suzanne Haneef escribe en su libro Lo Que Todo el Mundo Debe Saber Sobre el Islam y los Musulmanes que una mujer debe “cubrirse completamente a excepción de las manos y su cara y su vestido debe ocultar su figura, ser suelto y no transparente, y no debe atraer la atención por su belleza”. Muchas mujeres no Musulmanas pueden pensar que esa vestimenta es restrictiva o incluso opresiva – un signo de sumisión para los hombres – pero para las que han adoptado el hijab ha sido liberador. “La gente mide lo que eres por lo que vistes y lo que pareces; no puedes escapar de eso”, dice Tarazi, que vive en Worthington y edita el IQRA! un boletín de la Islamic Society of Greater Columbus. “Me sentía incómoda (tratando de mantener) los estilos y las miradas. Era del tipo intelectual con gafas; no fui a la fiesta de graduación. El Hijab te libera de las tendencias y de tratar de mantener las apariencias”. A la Dra. Asma Mobin-Uddin, una pediatra local vice presidente de la Sección de Ohio del Consejo de Relaciones Américo – Islámicas, le parece irónica la percepción de que el hijab representa de alguna manera la sumisión de la mujer a su marido. “Es todo lo contrario a la sumisión”, dice. “Lo llevamos porque así lo elegimos; nos negamos a ser objetos sexuales. Con esto decimos: ‘Valemos por lo que somos, nuestra personalidad, no por la forma en que lucimos. No trataremos de lucir bien para ti. No te dejaremos contratarnos porque te gustan nuestras piernas, o porque luciremos bien en la oficina.” “En el Occidente, no creo que las mujeres realmente vean o se den cuenta de lo mucho que están atadas a la moda, la cantidad de tiempo que pasan – o malgastan, debería decir – vistiéndose ‘apropiadamente’ y siguiendo la moda” dijo Mobin-Uddin. El Hijab es una palabra árabe que significa “cortinas”. Algunos la utilizan para referirse al tocado que muchas mujeres islámicas usan; otros la utilizan para describir el modesto vestuario en general – ropa suelta, sin restricciones que cubre el cuerpo, incluyendo chaquetas de estilo occidental y faldas largas. Como los grupos religiosos y culturales que no están familiarizados con las prácticas de los demás comienzan a trabajar y vivir juntos, surgen percepciones erróneas, dijo Alam Payind, director del Centro de Estudios del Medio Oriente, de la Universidad Estatal de Ohio. A veces, estas percepciones erróneas, llevan a enfrentamientos. La ciudad de Portsmouth, Virginia, por ejemplo, recientemente acordó pagar $100.000 (cada una) a dos mujeres Musulmanas que fueron arrestadas en 1996 por usar velos en público. Fueron acusados de violar una ley estatal que prohíbe el uso de máscaras. La ley, destinada a la exposición de los miembros del Ku Klux Klan, no castiga a aquellos que cubren sus rostros por razones religiosas. En Francia, donde el Islam es la segunda fe más grande después del catolicismo romano, los estudiantes Musulmanes a menudo son expulsados de las escuelas por llevar vestimenta islámica. El año pasado, el tribunal administrativo más alto de Francia reafirmó la prohibición de vestir hiyab en las escuelas públicas. “Esa es una mentalidad etnocéntrica”, dijo Payind. “Hay mujeres en el Medio Oriente pensando que son más libres que las mujeres de aquí. ¿Quién es más libre? se preguntan: ¿Mujeres que compran un lápiz labial, son esclavas de la moda, necesitan ropa nueva cada temporada y tratan de apelar a los hombres? De alguna manera todos opinamos cuando los demás hacen las cosas de manera diferente que son oprimidos”. La teoría de Payind sobre las percepciones erróneas acerca del hijab puede tener sus raíces en los reportes de los medios sobre la opresión de las mujeres en algunas naciones islámicas, como Afganistán, gobernado por el régimen talibán restrictivo. Sin embargo, señala que de 56 países Musulmanes del mundo, la mayoría no obliga a las mujeres a vestir de alguna manera en específico; de hecho, los pañuelos y demás prendas del hijab son desalentados en algunos, como Turquía. El mandato religioso de modestia al vestir apenas se limita al Islam, dice; a las mujeres judías observantes, por ejemplo, se les insta a cubrir su cabello y cuerpo para ocultar su belleza en público. Los hábitos de monjas también tienen su origen en un llamado religioso a la modestia. “Lo que parece ser pasado por alto o mal entendido en Occidente”, dice Margaret Mills, presidenta del Departamento de Idiomas y Culturas del Oriente de la OSU, “es que el hiyab en una sociedad a menudo puede ser visto como una forma de ‘descomercializar’ a las mujeres por las miradas, la sexualidad, y la moda.” CONVERSAS EN KUWAIT: DE FALDAS A ABAYAS Por Sarah McBride, Kuwait Times KUWAIT: Como todas las mujeres Musulmanas aquí, la figura en el velo y manto negro da un aire de misterio y de mundanalidad. Mientras desaparecía dentro de un edificio, era fácil imaginar su pasado: Criada en su fe, envuelta en una abaya desde el primer signo de pubertad. Realmente, la mujer entrando a los altos muros de la Comisión de Mujeres del Resurgimiento de la Sociedad de la Herencia Islámica (RIHS) era una estadounidense criada como protestante, que se convirtió al Islam en sus veinte años. Ella y otras mujeres Musulmanas conversas se reúnen semanalmente en varias organizaciones alrededor de la ciudad para discutir temas de su nueva fe. Tienen mucha compañía – miles de Musulmanes que viven en Kuwait son antiguos Cristianos, y muchos de ellos adoptan prácticas que parecen la antítesis de la moral de aquellos criados en Europa o los Estados Unidos. La costumbre más obvia es el uso del velo. “La modestia, mayormente” es la razón que Hazel, una mujer británica que se convirtió al Islam en 1981, le da a su vestimenta. “Cuando estás cubierta, tratas a los demás como seres humanos sin distracciones.” Otro conversa. Iman, señala que cubrirse se ordena en el Corán, y no es tan restrictivo como algunas personas creen. “La traducción del hijab (el término utilizado para cubrir el pelo, los brazos y las piernas) es “escudo”, y escuda o protege a la mujer de todo daño y corrupción. No restringe la libertad de la mujer para moverse, para llevar a cabo todas sus tareas normales”, dijo.

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