El Boletin Islamico Edicion Numero 8

amigo un libro y le pidió que lo leyera diciéndole que tal vez eso podría ayudarle a salir de sus problemas. Camino a casa le pedí a mi amigo que me mostrase el libro, cuyo nombre era el Corán, nunca había escuchado de él antes, de manera que leí algunas de sus páginas y me di cuenta en ese instante que lo que estaba leyendo era verdad, fue como una llamada a despertar. El Corán es tan claro y fácil de entender. Yo realmente estaba impactado y quise saber más acerca del Islam y los musulmanes. La cosa más extraña era que yo me solía reír de la gente que iba a la Iglesia y hasta había veces que decía que Dios no existía. Cuando era niño siempre fui a la Iglesia. Mi madre era una Adventista del Séptimo Día y nos llevaba a mi hermana y a mí cada sábado, pero yo nunca fui realmente religioso y deje de ir cuando tenía unos 14 o 15 años. El resto de mi familia es Católica, así que siempre me pregunté porque éramos adventistas mientras que el resto de mi familia no. Cuando fuimos a visitar a mi familia a México fuimos a una Iglesia Católica para las bodas y los Quenceniras (celebración de los tiernos 16). Me la pasé meses investigando sobre el Islam, decidí ir a la biblioteca y aprender más sobre el Corán y lo empecé a estudiar, aprendí acerca del Profeta Muhammad (Que la paz sea con él) y sobre la verdadera historia de Jesús hijo de María. (Que la paz sea con él). El Corán enfatiza que Dios es Uno y no tiene asociados ni un hijo, esto fue lo más interesante para mí ya que nunca había entendido el concepto de la trinidad. El Corán describe el nacimiento del Profeta Jesús (que la paz sea con él) y su misión. Existe también una Surah (Capítulo) llamado María y nos cuenta también su historia. También me dediqué a estudiar sobre la Historia del Mundo y la contribución del Islam a la medicina y a la ciencia. Aprendí que España fue un país musulmán alrededor de 800 años y que cuando los musulmanes fueron expulsados de España por el Rey y la Reina Católicos (Fernando e Isabel), los españoles cristianizados vinieron a México y forzaron a los aztecas y a los demás a convertirse al catolicismo. La historia y mis raíces islámicas estaban tornándose muy claras para mí. Después de meses no podía seguir negando la verdad, la había retardado demasiado, pero seguía viviendo como lo había echo siempre, aunque sabía que si me iba a convertir en musulmán tenía que renunciar a todo. Un día mientras estaba leyendo el Corán comencé a llorar y caí sobre mis rodillas y agradecí a Allah por haberme guiado hacia la verdad. Me enteré que había una mezquita cerca de mi casa así que me decidí a ir un viernes y ver como los musulmanes rezaban y realizaban su servicio. Vi que gente de todas las razas y colores asistían a la mezquita, se sacaban los zapatos al entrar y se sentaban en la alfombra. Un hombre se levantó y empezó a realizar el Adhan (llamado para la oración). Cuando lo escuché mis ojos se llenaron de lágrimas, sonaba tan hermoso, todo era tan extraño pero tan correcto al mismo tiempo. El Islam no sólo es una religión sino una forma de vida. Después de haber asistido al Jumuah un par de veces, estaba listo para ser un musulmán y decir mi Shahada o la declaración de Fe. Le dije al Imam (el que dirige la oración) que quería ser un musulmán, así que al siguiente viernes frente a la comunidad dije mi Shahada primeramente en árabe y después en inglés: Atestiguo que no hay otro dios excepto Allah y atestiguo que Muhammad (saws) es Su Profeta y Mensajero. Cuando terminé, un hermano gritó ¡Takbir! Y toda la comunidad dijo ¡Allahu Akbar! (Dios es supremo) una cuantas veces. Después todos los hermanos se acercaron a abrazarme, nunca había recibido tantos abrazos antes. Nunca olvidaré ese día, ¡Fue grandioso! He sido musulmán desde 1997. Ahora estoy en paz conmigo mismo y sin dudas en mi religión. Ser un musulmán realmente me cambió la vida para bien –gracias a Dios Todo Poderoso. Espero que mi historia, Insha Allah (si Dios lo quiere), atraiga a más Latinos y a gente de todas las demás razas hacia la Luz del Islam. Assalamu Aleikum Ali, el mexicano.

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