El Boletin Islamico Edicion Numero 8

ELLA ES MI HERMANA Una historia real traducida del árabe Sus mejillas estaban demacradas y hundidas y su piel ceñida a sus huesos. Sin embargo eso no la detenía. Tú nunca la podías encontrar sin que estuviera recitando el Corán. Siempre en vigilia en su cuarto personal de oración que nuestro padre había preparado para ella. Reverenciándose, postrándose, levantando sus manos en oración. Esa era la forma que ella estaba desde que amanecía hasta que anochecía. En cuanto a mí, sólo me gustaban las revistas de moda y las novelas. Siempre rentando videos para mi diversión hasta que esos viajes a la tienda de videos se convirtieron en mi sello característico. Como dicen, cuando algo se convierte en un hábito la gente tiende a distinguirte por ello. Era negligente en mis responsabilidades y la pereza caracterizaba mi Salat (oración). Una noche, apague el video después de una maratón de tres horas seguidas mirando. El Adhan (llamado a la oración) suavemente se hacia escuchar en esa noche calmada. Me metí tranquilamente en mis cobijas. Su voz se escuchó desde su cuarto de oración. “¿Si? ¿Que quieres Noorah?” dije. Con una aguja me saco de mis planes. “no te duermas sin que reces antes tu salat Fayr (la oración del alba)”. ¡Agh...queda todavía una hora antes del Fajr. Ese sólo fue el primer Adhan! Con esos adorables pellizcos que solia dar, me llamaba junto a ella. Siempre fue así, aún cuando esa tremenda enfermedad golpeó su espíritu y la dejó postrada en cama. “¿Hanan, puedes venir y sentarte a mi lado?”. Nunca podía rehusarme a ninguna de sus peticiones. Porque podías palpar la pureza y sinceridad. “¿Si, Norah?” “Por favor siéntate aquí”. “Esta bien, me siento. ¿Qué te preocupa?” Con esa vos tan dulce ella comenzó a recitar, “Toda alma probará la muerte. Y el Día del Levantamiento se os pagará cumplidamente la retribución que os corresponda…” (Corán 3:185) Se detuvo pensativa; luego preguntó. “¿crees en la muerte?” “Claro que si”.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxNjQ1