El Boletin Islamico Edicion Numero 11

7KH ,VODPLF %XOOHWLQ 9RO ;; 1R Luna en el Corán: ¿No ves cómo creó siete cielos en capas, y coloca a la Luna como una luz entre ellas y hace del sol una ardiente lámpara? (Corán, 71: 15-16) En este versículo, la palabra “luz” se utiliza para la Luna (“Noor” en árabe) y la palabra “lámpara” para el Sol (“Siraaj” en árabe.) La palabra que se usa para la Luna se refiere a un cuerpo inmóvil que refleja la luz brillante. La palabra que se usa para el Sol se refiere a un cuerpo celeste que está siempre ardiendo, una fuente constante de calor y luz. Por otra parte, la palabra “estrella” viene de la raíz árabe “najama”, que significa “aparece, emergente, visible.” Al igual que en el verso a continuación, las estrellas son también conocidas por la palabra “thaaqib”, que se utiliza para describir aquello que brilla y perfora la oscuridad con su luz: la auto-consume y quema: ¡Es la estrella la que penetra a través de la oscuridad! (Corán, 86: 3) Ahora sabemos que la Luna no emite su propia luz, sino que refleja la que le llega a ella desde el Sol. También sabemos que el Sol y las estrellas no emiten su propia luz. Estos hechos fueron revelados en el Corán en una época en que la humanidad simplemente no tenía los medios para hacer descubrimientos científicos por su propia voluntad. Era una época en que el conocimiento de la gente acerca de los cuerpos celestes era severamente restringido. Es por eso que se enfatiza la milagrosa naturaleza del libro del Islam. ÓRBITAS Y EL UNIVERSO ROTATIVO Una de las razones más importantes para el gran equilibrio del universo es el hecho de que los cuerpos celestes siguen caminos específicos. Las estrellas, los planetas y los satélites giran todos alrededor de sus propios ejes y también giran junto al sistema del que forman parte. Las funciones del universo están dentro de un orden perfectamente ajustado, al igual que las ruedas de una fábrica. Todos estos cuerpos celestes siguen las trayectorias y órbitas más finamente calculadas. Durante millones de años, cada uno de estos se han estado moviendo en su propio camino en perfecta armonía con todos los demás. El verso que dice “[Juro] por el Cielo y sus sistemas cíclicos” (Corán, 86:11) indica esta verdad. Naturalmente, en el momento en que el Corán fue revelado, las personas no tenían telescopios para estudiar a estos cuerpos encontrados a millones de kilómetros de distancia en el espacio, ni se poseía la tecnología de observación avanzada o nuestro conocimiento moderno de la física y la astronomía. Por consiguiente, era imposible establecer que el espacio tenía “sus órbitas oscilantes,” (Corán, 51: 7) como se describe en el verso. El Corán, sin embargo, reveló en ese momento una información clara sobre ese hecho. Esta es una prueba de que este libro es de hecho la palabra de Alá. TRAYECTORIA DEL SOL En el Corán se destaca que el Sol y la Luna siguen trayectorias específicas: Él es Quien creó la noche y el día, el Sol y la Luna, cada una de ellas nadando en una esfera. (Corán, 21:33) La palabra “nadar” del versículo anterior expresada en árabe por la palabra “Sabaha” se utiliza para describir el movimiento del Sol en el espacio. La palabra significa que el Sol no se mueve al azar en el espacio, sino que gira alrededor de su eje y sigue un curso. El hecho de que el Sol no es fijo en su posición, sino que más bien sigue una trayectoria específica también se afirma en otro verso: Y el Sol se extiende a su lugar de descanso. Ese es el decreto del Todopoderoso, el Omnisciente. (Corán, 36:38) Estos hechos ya expuestos en el Corán fueron descubiertos por medio de avances astronómicos en nuestros tiempos. Según los cálculos astronómicos, el Sol se mueve a lo largo de un camino conocido como el Apex Solar, en la trayectoria de la estrella Vega, a una increíble velocidad de 720.000 kilómetros por hora (447,000 mph). En términos aproximados, esto demuestra que el Sol transita unos 17.280.000 kilometros (10,74 millones de millas) al día. Así como el Sol, todos los planetas y satélites también viajan a la misma distancia dentro de su campo gravitatorio. LA ÓRBITA DE LA LUNA Hemos decretado las fases establecidas para la Luna, y terminó pareciéndose a una fecha de la antigua rama. No es para que el Sol supere a la Luna ni que la noche supere el día; cada una está nadando en su propia esfera. (Corán, 36: 39-40) La Luna no sigue una órbita regular, como los satélites de otros planetas, a medida que orbita la Tierra, algunas veces se mueve detrás de ella y a veces en frente de ella. También se mueve con la Tierra alrededor del Sol, que en realidad sigue un patrón constante que asemeja a la letra “S” en el espacio. Esta ruta, trazada por la Luna en el espacio, se describe en el Corán pareciéndose a una de la antigua rama y de hecho se asemejan en lo retorcida a la rama del árbol. De hecho, la palabra “urjoon” empleada en el Corán refiriéndose a una rama delgada y retorcida se utiliza para describir la parte izquierda de la fruta que ha sido recogida. La forma en que esta rama es descrita como “vieja”, también es la más apropiada, ya que las ramas más viejas son más delgadas y más retorcidas. No hay duda de que es imposible que alguien tuviera algún conocimiento sobre la órbita de la Luna hace 1.400 años. La forma en como este patrón que ha sido identificado en la tecnología moderna y en los conocimientos acumulados, se revela en el libro del Corán es otro milagro científico. Los musulmanes son personas que tienen un gran tesoro en sus manos; el Santo Corán. Este libro no sólo describe la forma en que una persona musulmana debe llevar su vida, sino que también está lleno de explicaciones complejas del mundo en que vivimos. La lectura constante del Corán le permitirá a una persona entender mejor a este mundo y se convertirá en un siervo más cerca de Allah (SWT). 3DJLQD

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