El Boletin Islamico Edicion Numero 13

Page 6 The Islamic Bulletin Volume XXX No. 30 y tendrás un hermano. “La razón por la que Ali decidió seguir el camino islámico se debía a que” nunca había visto tanto amor, nunca vio tanta gente abrazarse, y besarse entre sí y rezar cinco veces al día. “Muhammad Ali era una persona con la que la mayoría de la gente se sentía profundamente conectado con él, porque era muy accesible y tenía una maravillosa manera de trascender sobre los prejuicios que encontraba en sus viajes. Todos sabemos que el racismo existe en todo el mundo y de muchas formas, pero de manera graciosa de Ali recuerda que el mundo musulmán que la Ummah (comunidad) pretende abarcar las diferencias de raza, clase y cultura. Muhammad Ali nunca se consideró a sí mismo como élite y se veía a sí mismo como que no era diferente a cualquier otra persona. Su activismo se basaba en sus creencias islámicas y creía que los seres humanos están obligados a hacer cosas buenas y de caridad durante su corto tiempo en la tierra. Como un niño que creció en un racial y segregado Louisville, le era casi imposible encontrar un lugar para trabajar y corría al gimnasio o a la escuela para mantenerse en forma. Volvió como un adulto y, sin que le pidieran algo alguna vez, ayudó a muchas causas de caridad, y construyó un museo para los niños con el fin de animarles a alcanzar sus sueños. Su creencia sobre que al dar él estaba complaciendo a Alá y que las acciones se basan en intenciones, le hizo conocido por su generosidad. Muhammad Ali es conocido por su declaración “¡Soy el más grande!” Esto no fue un signo de arrogancia. Él sigue siendo el más grande campeón de peso pesado de todos los tiempos. Se le preguntó a un entrevistador cómo se equilibra su humildad como musulmán con esta afirmación y Ali respondió: “Alá es el más grande; Sólo soy el mejor boxeador. “Era una persona piadosa y mostró absoluta humildad y siempre dio crédito a Dios por sus victorias. Ali es la única celebridad que ha rechazado la oferta de tener su nombre colocado en el paseo de la fama en Hollywood. Él tan venerado profeta Mahoma (S), por lo que no quería que su nombre fuera pisado por tantas personas y por lo tanto es la única celebridad a la que se le ha colocado su estrella en la pared. Ver este vídeo en el paseo de la fama: http://www.islamicbulletin.org/videos/clay/star/ali.mp4 Ali se negó a jugar el papel del “negro sumiso” y atribuyó todo su éxito y habilidad como un boxeador por la grandeza de Dios. Un fan musulmanes una vez le preguntó si era “Tan buen musulmán como boxeador, y el dijo que” Ningún musulmán verdadero debe presumir o incluso tener la oportunidad de decir que es bueno, porque solo Dios puede juzgar. Dios me bendice a ser tan grande, porque todo el tiempo que he estado hablando acerca de Dios, empujando la religión. No estoy hablando de mí, cuán grande soy y o la cantidad de dinero que he conseguido, siempre estoy dando alabanzas a Dios, así que por eso soy tan grande como lo soy en este mundo físico, porque lo pongo de primero a Él”. Muhammad Ali nunca dejaba pasar una oportunidad para tomar cualquier pregunta que le hiciesen y responder de manera que predicara sobre el Islam y la Unidad con Dios. Utilizó su fama y estatura a su favor y haría que la gente contemplara diversas cuestiones relacionadas con su fe, especialmente acerca de la existencia del hombre, la vida después de la muerte y cómo prepararse para recibir el Paraíso de Alá (eterno lugar de descanso). Él tomaría cualquier oportunidad para dar Dawah (predicar) y siempre animó a los musulmanes a estar más cerca de Dios. Él alabó a Alá y la religión del Islam y aconsejó a los jóvenes musulmanes a “Mantenerse fuertes, leer el Corán, orar y alabar a Dios,” con el fin de protegerse de las presiones de las fuerzas seculares o anti-islámicos. Los jóvenes, a su juicio, no deberían comprometer sus creencias. En muchas fotos de Ali antes de una pelea lo vemos de pie con las manos levantadas en el DUA (oración y súplica) a Alá. La oración y la DUA eran una parte esencial de su lucha y le atribuye todos los obstáculos, las dificultades y todos sus éxitos a Alá. En su retiro, a Muhammad Ali se le preguntó cómo iba a pasar su tiempo. El respondió que iba a prepararse para cumplir con su Creador, Alá. En las entrevistas se expresa a menudo que, si restamos todas las horas que necesitábamos para dormir, ver la televisión, etc., y luego calculó que tenía unos dieciséis años para prepararse para su muerte. Haga clic aquí para ver el vídeo de la entrevista: http://www.islamicbulletin.org/videos/clay/speech1977.mp4 El les recordaba a las personas que el alma y el espíritu nunca mueren y que es por eso que debemos prepararlos para el cielo. Su intención era ayudar a la gente a aprender a cómo tratar a los demás y también predicaba consigo la paz y el trabajo de caridad. El hombre ya de edad hacía esto y más. “El Islam es una religión de paz”, solía decir. Muhammad Ali adoraba a su familia y sus hijos 2 hijos y 7 hijas. Ellos hablan de que era un padre cálido y suave para ellos y siempre tenía a su numerosa familia a su alrededor. En una entrevista dos de sus hijas revelaron que tenía más de cien horas de grabaciones que había hecho hablando con él y respondiendo a sus preguntas y se los repetía nuevamente a medida que iban creciendo. “Su hija Hanna recuerda cómo le enseñó una lección acerca de la modestia. Ella había llegado a su casa vestida con un traje revelador. En lugar de amonestarla, él la llamó y con amor le dijo, “Hana, todo lo que Dios hizo valioso en el mundo está cubierto y difícil de conseguir. ¿Dónde se encuentran los diamantes? En lo profundo de la tierra,

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